Concentrada en la lectura, los relatos de O´Connor reproducen una inquietante atmósfera de soledad que condena a hombres y mujeres a un destierro interior en hostiles tierras del Sur de Estados Unidos. Sus personajes están maltratados por el sol abrasador de los campos y por una pobreza congénita que los va minando hasta destruirlos pacientemente dentro de sus alcobas; ni siquiera se salvará esa mujer que detiene su mirada en el último rayo de luz antes de huir a través de una vieja puerta.
Es estupendo compartir pasiones literarias. Flannery no tiene parangón
ResponderEliminarPensaba en tu forma de escribir cuando lo escribía precisamente
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