sábado, 28 de junio de 2014

Una muchacha que despreciaba a Lynch

   Cuando la noche concluya y me hayas devorado con tus mandíbulas de jaguar en celo, no olvides que alguna vez te quise como se quieren los humanos. Los pandilleros me recogieron de la charca y me vendieron a ese burdel de la Santa María. Me dejaron crecer las uñas y el pelo, me construyeron un tótem y perdí la virginidad con una muchacha que soñé hace años bajo la sombra del tamarindo. Era la muchacha que despreciaba las películas de Lynch y que susurraba a los caballos en sus ratos libres, cuando, entre nosotros, no existía ni la corrupción ni el riesgo a padecer colesterol.

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miércoles, 25 de junio de 2014

Los intestinos de Frederick

   Por qué me regalaste los intestinos de Frederick. No me interesaba ese acto poético con el que intentabas destacar dentro del grupo de marionetas amorfas. Soy lo que queda de la luz y del verso de Whitman. Una metáfora incesante para ilustrar algunas instrucciones de crecepelo o arma para el suicidio. No me quieras tanto y dale recuerdos a Frederick cuando lo entierres, no lejos de este patio. No me seas infiel con Bjork.

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martes, 24 de junio de 2014

Mujer del sánscrito

  Traspásame con tu violencia de mujer desquiciada por los acontecimientos de la política exterior. Amamantas a las serpientes y consideras que el incienso es un alimento perverso para los sagrados escritores. Hemos de tener fe en las ramas colindantes y en la orilla de ese río lleno de pértigas y postes donde se clavan las gaviotas. No soy el nativo que apunta con el arma a tu espalda. las moscas y las avispas escriben con su vuelo los tatuajes múltiples y los espíritus blancos que soñamos cuando el calor nos seduce y esas aguas verdes que sorbemos. Eres tan hermosa, mujer del sánscrito y del dolor tiranosaurio.

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Cosas y mosca

  No entiendo que vuestro padre os agitara el cráneo para saber si eran ciertas sus premoniciones. Las premoniciones en las que agonizaban los siluros de barro y los niños de ceniza. Tenía que decírtelo y amortiguar el golpe cuando, de tu saliva y de tus entrañas, naciera la palabra que cambia el rumbo de los juncos y los incendios. Tengo que leer a Miller junto a ti mientras me inoculas el sueño de la mosca y me abandono a la muerte.

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lunes, 23 de junio de 2014

Mujer de los escarabajos

   Esa mujer que me detiene en el tiempo se parece a la madre de Pasternak. Juraré en mi nombre que los escarabajos de la harina huyeron buscando nuevas posibilidades creativas para la redacción de mi libro. Ella, que se desnuda bajo el vértice del poniente, tiene unos ojos que oscurecen el mundo y, a ciegas, la rozo con mis dedos para que ella tiemble y los escarabajos regresen a la harina. No quiero más cambios en mi guion.

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Lorde y las ardillas

  Al escuchar a Lorde tuve la oportunidad de lanzarme al espacio que queda entre el vacío y el amarillento césped que nace en el recodo. Tiende mi mano y cruza la carretera hasta que la luz nos deslumbre y nos arrolle como a dos ardillas de listado negro. Conforme caminas detrás de mí y me apuntas con la Magnum siento envidia de esas ardillas que me rompen el corazón cuando las veo sobre el asfalto, tan quietas y rodadas.

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domingo, 22 de junio de 2014

A. J. y mis emociones de arpista

   Deja que te envíe esta caja llena de moscas a tu apartamento de Sunset Boulevard. Que tus dedos recorran la textura irregular de sus alas y que luego escribas con serenidad sobre las diez maravillas del mundo. Son tus labios los que se precipitan sobre mi candidez y exploran la visible luciérnaga que se estira y se encoge bajo mi lengua. Dame el calor de tu mantis y échame finalmente a los perros del vecino arpista.

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sábado, 21 de junio de 2014

Madame del fuego

  No tengas miedo a escucharte y a conocer que tu belleza de medusa ha destruido mi amor vikingo y mi caballo-gacela que, con tanto desasosiego, modelé para ti. La pesca ha ido bien y el ritmo del sol acádico ha turbado la siesta del fauno de cieno. No quiero que me ofrezcas ese café rancio, sino la saliva del arpa que con tanto esmero dejaste huir de tus tres bocas. Abrazos, madame del fuego.

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viernes, 20 de junio de 2014

Perro y útero

  Los hijos no perdonan y mi perro tampoco; ese perro que emergió de la hojarasca como un tsunami en miniatura y me elevó hasta los cirros más hambrientos. No he bebido alpiste, no he comido sake. Es la zozozbra, el miedo que se aloja en el esternón y se refleja en las corrientes internas. Nace el mar caliente y las aguas heladas dentro de ese útero de ballena sobre el que un escritor con apellido Miller quiso dedicarte.

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miércoles, 18 de junio de 2014

Lionel Shriver, anotaciones.

  Desde que leí la inconmensurable Tenemos que hablar de Kevin, la escritura de Lionel Shriver sigue estando ahí, conmigo, en mi forma de ser y de ver el mundo. Hoy quisiera que estas palabras de su obra El mundo después del cumpleaños formaran parte de las memorias  de este blog:

   "Sin duda fue un alivio que su arrebato de pasión prohibida no regresara. Debía sentirse agradecida por desearle a Ramsey poco más que vagos buenos deseos por su actuación. El hecho de que fuese un hombre atractivo había sido restituido a un plano abstracto y ya no representaba un peligro. Con todo, aunque aliviada, la atormentaba una misteriosa sensación de pérdida. Por lo general lamentamos que un deseo quede sin gratificación".

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Lápices que arden

    Los lápices arden en los armarios y las sábanas limpias son acariciadas por la mano odalisca de Lumán. Éramos pocos y el leopardo dio a luz a ese espíritu salvaje que se hundía en la tierra enfangada. Luchamos por unos ideales y Lumán, que estuvo atenta, apenas me dirigió la palabra. Cayó en la cuenta de su error y llenó la bañera de leche y allí durmió con los escarabajos bajo la lengua. Los lápices arden en los armarios y Lumán escribe aún con su lengua invernal.

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Ópalo

   Lo que aquella mujer pantera te ofreció era el cáliz y tú preferiste el ópalo y la residencia de los amigos donde jugábais a cortaros los dedos. Era el mundo soberbio entonces y las gaviotas se precipitaban al vacío indeseable de las mesas de billar. Yo era el animal callado detrás de esa mujer que se quitaba el vestido de una sola pieza y comenzaba a rezarme porque yo era el ídolo y la serpiente.

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Pensando en Alfred

   No queremos que pruebes la comida, pues has de descender por la senda agreste. Las gárgolas no callan y las campanas son hundidas en la bocana. Las hierbas se queman bajo la lengua de los muñecos de trapo. Hemos acampado en una circunvolución de Lynch y, aunque amemos las matemáticas, estaremos atentos al flujo de tinta. No quiero que sigas leyendo porque, bajo el influjo de las tinieblas, pienso en tus declinaciones.

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Objetos barridos

  Eres el objeto barrido por la claridad y ya no queda en el vacío una oscura presencia que nos descubra y nos revele. Las nubes se adensan sobre la plomiza agua y nadie ha de rescatarnos porque somos culpables de haber sostenido el mundo con este pensamiento.

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lunes, 16 de junio de 2014

Aguas

   Ante los ojos. Los cisnes que regresan. Los lagos se evaporan y la oscuridad del piélago esconde la puridad de la niebla. Cada palabra que escribo es lo que emana de tus ojos y ahora, amparado en la gruta blanca, veo que me hundes en las aguas invisibles.

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jueves, 12 de junio de 2014

Olas que mueren

  Las olas que mueren en la orilla reflejan la necesidad del escritor por trazar un signo que se fije con la misma espontaneidad ese movimiento incesante. Donde las aguas terminan, queda todavía por recorrer un trecho de arena bajo el cielo. No es concebible que el que escribe haya de conformarse con los meros signos para expresar esos sobrecogedores lugares donde las materias fluyen sin un origen aparente. La palabra no es meritoria, porque nada que obre el ser humano saciará mi deseo de ser esa luz blanca, invencible, que roza el glacial y los fondos.

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martes, 10 de junio de 2014

Coetzee y Michael K

   He indagado mucho sobre la novela de J. M. Coetzee, Vida y época de Michael K, sobre su simbología y , aunque queda mucho por descifrar en mis reflexiones, no puedo dejar de pensar en ese hombre que busca la libertad personal que el mundo le niega. Un hombre, Michael, que declara a la tierra como amiga y madre, en la que sobrevive con sus manos y su pobre intuición. La realidad humana que contempla es una realidad movida por la violencia y la usurpación. La naturaleza avanza pese a todos los que en ese país son arrumbados y estigmatizados por las consecuencias de la contienda.

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Un libro sobre el proceso de Nuremberg

  Compré el pasado sábado en una tienda de segunda mano un libro sobre el Proceso de Nuremberg. El libro me costó 0,50 céntimos. Son anotaciones sin orden de una vieja Historia Universal donde figran algunos testimonios de los condenados. Ahora que trabajo en una novela sobre la II Guerra Mundial no puede entender esa psicopatología global que arrancó tantas vidas y tantos sueños, esas matanzas premeditadas y planificadas hacia los judíos. Sé que este pensamiento es quizá redundante e inmaduro para muchos lectores, pero todavía me sigo preguntando cuán miserable podemos llegar a ser y qué terrible el duelo de los que sobrevivieron.

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lunes, 9 de junio de 2014

Aliteración y picadura

  Empieza el cielo y el infierno. Las cadenas que arrastro me hundirán en el cieno. Eres la pesadilla de todo mamífero. Me ocupas entre tanto legajo un tiempo precioso. Hace tiempo que no escribo sobre la guerra, pero no importa si tú me acaricias el espinazo y viertes sobre mí el néctar que manó emulsionado de esas anémonas. Odio la aliteración, pero en mí produce la hipnosis y el contagio de la picadura celestial.

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viernes, 6 de junio de 2014

Caimanes y trajes de saliva

   Eres destructiva, poderosamente destructiva. Diseñas trajes de saliva y lodo para que no fluya más la luz en mi interior. Ojalá me enseñes a disecar esos pájaros que nacieron de los jardines umbríos, de sus árboles espeluzanates y sometidos al látigo de sombra. No quiero más que esa destrucción que emana de ti concluya en la boca indecente que dibujo sobre la piel de este caimán, feroz, muy feroz.


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jueves, 5 de junio de 2014

Un abrazo a Miguel Veyrat

  Escribí en varias ocasiones sobre Poniente, de Miguel Veyrat. Con el tiempo, no he dejado de pensar que la metáfora de aquellos versos es una inmersión en un mundo in-creado, creado desde la ausencia de todo para crear todo, y las palabras que suceden en cada poema no existen como tales palabras, sino como estímulos de palabras que vendrán, con otra plenitud, sin desazón, para comprobar que nuestra existencia no es caduca. Un abrazo a Miguel Veyrat.

Parada, de José Gálvez Pujol
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Pingüinos muertos

   Lo que sospecho de tu conducta son esas salidas cada noche hacia los bulevares de los pingüinos muertos. Te ha gustado beber en los podridos agujeros donde la Inquisición pintó cada puerta con una cruz blanca. Insistes en la destruccion de cada una de tus células, en el dominio del mal menor, en la carne de fakir que alguien aliña para que nosotros la disfrutemos. No eres la mujer del cómic que tanto me alivia, sino la diosa que, cada noche, pisa las cabezas rotas de los pingüinos muertos.

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Aracnofobia

  Las tarántulas flotan en el río y esa imagen con la que sueñas es vivificadora para ti. Soy aracnofóbico, pero a ti te encanta que las arañas crucen tu cuerpo tatuado. Honras a dioses antiguos cada vez que tus labios rozan la superficie misteriosa de esas criaturas. Compartes su venenos y es aromática esa atmósfera que se crea entre las arañas, yo, en una jaula, y las varas de sándalo. Hoy he decidido que no voy a cambiar los muebles.

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miércoles, 4 de junio de 2014

Diafragma

  Has devorado el corazón y el resto de las entrañas. Se ha hecho tarde en este despacho de una calle sin medicinas. Lo que la lengua provoca en mí es la analogía y la música. No temas que te acaricie. Soy el piélago y el albatros que analizas en tu diafragma extirpado. No sé qué más decirte para qué vuelvas.

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Más sobre Una semana con Buchú

   Me alegro por la acogida que ha tenido mi cuento infantil Una semana con Buchú y por la simpatía que está despertando en muchos niños. Para después del verano, lo daremos a conocer en colegios y librerías.  No hay intención moralizante en Buchú. El cuento es la necesidad de contar las sencillas aventuras de un grupo de niños y su monstruo para profundizar en ese imaginario simbólico que desarrollan con tanta facilidad los primeros lectores. Un abrazo a todos los que hacéis posibles mis sueños. Gracias a Germanía Editorial.

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martes, 3 de junio de 2014

Poe y Madonna

  La literatura de Poe, a la que considero origen de un terror interior más que escenográfico, permanece en la estética de algunos grupos. Algunos vídeo clips como es el caso de artistas como Cunningham se inclinan a esa estética simbólica que tanto nos fascina.


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lunes, 2 de junio de 2014

Pastor de mi iglesia

 Eras el pastor de mi iglesia y le pegaste fuego a las cúpulas. Yo no tengo las caléndulas con las que te embriagas a las afueras de Barrond, pero tengo esa palabra vernácula que hunde las bañeras en la arena y que desentierra a los muñecos asesinos. No me basta con ese traje de organdí. Quiero que te inmoles y que las cabezas de ganado te acompañen hasta las orillas de la oscuridad.

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Emigras hacia la luz

   La lengua no pertenece a esas bestias que se acumulan al final del pasillo. Ni a esos hombres que se arrodillan ante el altar con su escratch en la nuca. Los fariseos beben de los charcos y se alejan de las señales de fuego. Eres la mujer que ha sido hundida en el odre de vino. Eres el pájaro que emigra hacia la luz  y tu sombra, que se posa en la broza quemada, no se mueve, pero palpita, y yo me contagio de esos seres que, por perezosos, son arrollados en la carretera.

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