No estás conmigo, pero ser consciente de esa ausencia es suficiente para regresar a este espacio. Tampoco volverás a clase ni compartiremos el cupcake del almuerzo. En la estación, algunos vagabundos duermen y nos exploran en su sueño intermitente. La tarde arroja su sanguina tras los muros y las esporas se esparcen como el polvo. Olvidaste mis ojos; asegúrate de mi nombre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu Opinión es Importante, Deja Tu Comentario: