Los perros velan los juguetes giratorios. Ha escampado sobre las cúpulas. Los fanáticos de Hine rezan bajo el templete. Una orquesta fantasma allana los caminos por donde estos perros deambulan con sus collares de acero. Las hojas de los cuchillos se hunden en las pozas, en los lavabos de los centros comerciales.
Estos perros jamás se reflejan en los charcos. Una madre avanza hasta el círculo de álamos. Los fanáticos de Hine escriben en la arena y algunos moribundos repiten una y otra vez: "No dejéis que los perros se acerquen a los niños".
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu Opinión es Importante, Deja Tu Comentario: