domingo, 26 de enero de 2014
El hombre del quirófano
Reprendes a la misma mujer inmóvil. Los niños resisten en el patio. A cada cual lo suyo y los perros exclaman por primera vez. Un hombre decente entra al quirófano. No encuentra manera de malgastar su tiempo. Las mariposas caen carbonizadas sobre el hule, pero unos ojos admiran su trayecto humoso. Los coches arden en las orillas. Hay animales pútridos sobre los capós y quienen miran desde su ventana han olvidado los nombres de sus hijos. No mires esos rostros, no los mires.
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