La felicidad debe ser entendida como un estado de alerta para cerciorarnos de que nuestros cuerpos son proclives a la destrucción. El hecho de aprovechar cada momento, por muy egoísta que resulte, es la manera de resistir ante la muerte.
Ib y su marido, óleo de Lucian Freud (1992) |
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu Opinión es Importante, Deja Tu Comentario: