Artículo | Fuente: Mundiario |
La alarma en las redes sociales por la posible entrevista en televisión al culpable de un triple asesinato cunde, según pasan las horas, después de conocer algunas filtraciones en radio y en prensa. Como decía evangélicamente mi profesor de Gramática Histórica, don José Perona, para justificar la verosimilitud de la ciencia ficción, "todo está escrito". Hace mucho que las metáforas de Huxley, Bradbury o del propio Lumet, al dirigir aquella reveladora película "Network", dejaron de serlo.
Que directivos endeudados decidan entrevistar a implicados en delitos de sangre, a sus familiares o a imputados políticos forma parte ya de la recurrente programación. Lo que manifiesto es que todo forma parte de un desquiciamiento patológico, no de una búsqueda de audiencias históricas.
La complicidad política tiene estos contagios. La falta de voces críticas y alternativas ante la política de los dos últimos gobiernos de este país es un ejemplo significativo del comadreo que Gobierno y oposición tienen con los medios televisivos y de prensa escrita. No se explica de otra manera la proliferación de blogs y periódicos digitales con mayor independencia en sus apuestas y argumentos.
La entrevista a un asesino en televisión puede ser otra forma de inmunizarnos, quizá la definitiva, contra el dolor, contra la protesta y contra cualquier voluntad de inconformismo. Más de uno se estará frotando las manos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu Opinión es Importante, Deja Tu Comentario: