Lisa Ann, actriz y modelo de Brazzers. |
Leo en una entrevista a la actriz porno Lisa Ann que algunas películas mejorarían si hubiesen incluido escenas de hardcore en su rodaje. No le falta razón a una de las actrices más buscadas por los onanistas y otros filantrópicos. Podría recordar algunas comedias de los sesenta a las que no le habrían venido mal. Cuando es entrevistada, Lisa Ann se atreve a filosofar incluso sobre los problemas de nuestro tiempo como si hubiese merendado con Habermas.
A veces imagino que ella llama a mi puerta y me conduce a su filarmónica de posturas y gemidos. Pero la realidad es otra y el porno tiene ese idealismo bizarro y melodramático de las fantasías más monótonas y previsibles. Alrededor de Lisa Ann, hay una filosofía, la filosofía MILF (Mom I´d like to Fuck), esto es, las maduritas o las que cumplen ya los cuarenta son las mejores amantes. Y ese morbo de sucumbir al celo edípico que representa la actriz es amortizado por millones de consumidores. Por esa razón, Lisa Ann representa ese arquetipo de Mrs. Robinson que es tan seductor, violento y apócrifo.
Lisa Ann está escribiendo un libro, tiene un programa de radio y ha vuelto a Naughty America para dar lo mejor de ella. Lisa Ann es una industria en sí misma, con una cuenta en twitter que bate récords de visitas todos los meses. Su papel de la vice candidata Sarah Palin en la peli porno con el irónico título Who´s Nailin Paylin? le valió mucha más popularidad fuera de los círculos orgasmátricos. Algunas prostitutas que aparecen en Grand Theft Auto V están inspiradas en su figura.
El capitalismo es pornográfico y el porno es capitalista. La obsolescencia de los objetos nos lleva a comprar continuamente mercancía. Hasta las actrices porno tienen fecha de caducidad y las reinventamos, y las volvemos a consumir. Extraordinario el mundo en que vivimos; metáfora del Fénix para ganar dinero. Enhorabuena, Lisa.
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