No atrapes más moscas en el vacío. Es demasiado rudimentario para tu belleza de diosa acuática. No me mires con esos ojos que admiran la muerte de los árboles y el ciclamen del crepúsculo. Tengo ganas de ti, de hacerte el amor, abriéndote despacio esa boca de preciosa vestal que cuida de su impoluto cuerpo. El champú se ha acabado, pero lo importante es que el agua caliente siga circulando fuera y dentro de tu cuerpo. Escúchalo bien. Sí, vienen otra vez, los cantos de la locura que me azotan en la yugular y en el cerebelo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu Opinión es Importante, Deja Tu Comentario: