La más hermosa de la fiesta acabó en el fondo de la piscina con una pieza de plomo en el interior de la boca. Las pirañas habían sido adiestradas para que comieran al amanecer, cuando mueren los agonizantes y los quirófanos se saturan de enfisemas y apendictis. Yo quise ser como ella, la más hermosa de las locas, bañada en vino,sumergida en la orgía perpetua de los peces caníbales.
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