Cómo echo de menos el modelito de Ursula Andress en James Bond contra el Dr. No,
allá por el 62. Qué desastre este verano con los bikinis de neopreno.
Las muchachas parecen conos de carretera, bailarinas sacadas de un vídeo
de los Pet Shop Boys. No me gustan estos bikinis que promocionan los
subrayadores para preparar los exámenes finales, ese modelo cibernético
que es óptimo para salir de noche en bici y deslumbrar a los conductores
domingueros.
Cómo echo de menos el rojo de Pamela Anderson en Los vigilantes de la playa.
Los bañadores y los bikinis eran otra cosa en esa serie americana, nada
que ver con este tributo al neón de clubes indecentes que se encuentra
uno al final de un pueblo. Pero, bueno, siempre nos quedara la Ursula o
la Halle Berry, imitando a la diva, saliendo de las aguas como esa
Venus, fruto de la conjunción del esperma divino y del salobre de la
marejada.
Pamela Anderson |
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