No has estado cerca de los nidos. Se habían extraviado los camaleones y la corriente de fuego no había aparecido en el último verso del poema. Toda la gente cantaba jubilosa ante la avenida de los mancos serafines . Todos los boques parecían eternos y ella, bajo la tutela del maestro, modelaba los cuervos de barro antes de beber el lúpulo.
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