Cuando vayas a la charca, no amenaces al hombre hundido. Sé amigable con los animales del lodo y bendice la grandeza de los espinos donde los pájaros crucifican a los insectos. Que en tu cuerpo resida la marca impura de ese amanecer que abre futuras zanjas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu Opinión es Importante, Deja Tu Comentario: