Payasos que comen conmigo

  No eras el alud que temía en la pesadilla. Un alumno soñó conmigo y ahora está muerto. En los bancales donde zascandileaba vive el Hombre de los Pies Largos. No era el alud que temía ni ese elefante que encerré en la buhardilla para que hundiese la casa paterna cuando le apateciera. Busco en unos versos de Rimbaud la rima de la muerte blanca y el sol que alisa la frente de los esqueletos. Los payasos comen conmigo cuando entras por la puerta con tu cabellera verde.