Luz de los escombros; desconfía de los malos augurios. Las cuerdas giran a tu alrededor. Estás encerrado en un cuarto invisible que avanza, que avanza sin cesar. Tus manos penetran en mi cuello y el azul ha desaparecido del horizonte. Arden ramas y esos perros fallecen en la oscuridad. no seas ridícula, desnúdate y que todo germine tras la fuente seca. Invisible. Amanece de nuevo tras el espejo, en el fondo de un vaso. Mátame y júralo para siempre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu Opinión es Importante, Deja Tu Comentario: