martes, 15 de marzo de 2016

Queda nada

  Nada queda de los restos que nos engendraron. Nuestros padres eran semejantes a los árboles. Bendigo la cicuta que nos indignó porque ahora comprendo la necesidad del envenenamiento. Todo reposa bajo la tenue claridad de un mundo tan real como esta vibración que sostiene el agua. No puedo desearte que me sigas hasta este promontorio, pero deja que escriba solemnemente sobre las semejanzas entre los nuestros y los árboles.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Tu Opinión es Importante, Deja Tu Comentario: