Me esperabas bajo el mismo cartel. Los animales que provocaron nuestro encuentro duermen ahora en los desniveles, cerca de la fábrica de harina. Rocé tu cuerpo una vez y los árboles se mostraron aún más jóvenes. Las garzas emprendieron el vuelo cuando comencé a eyacular. Era un mes de agosto, dentro de un vagón, y todo lo que sabíamos del mundo era pacífico e inútil.
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