Has visto que la luz era demasiado poderosa para continuar hasta el final. Los perros se recuestan en la empinada leva. Los hombres ensucian su rostro con polvo de ceniza. Mueres mientras hablas porque el fuego consume todo cuanto tocas. Tienes tiempo aún para mirar atrás y dejar que la sal sea tu sangre en vena.
Fotografía de Pati Gagarin. |
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