Ha sido una de las mejores alumnas que he tenido hasta ahora dentro de mi actividad docente. Al igual que muchos de sus compañeros, la creatividad y el estudio, malogrados ahora mismo en las últimas leyes educativas, han formado siempre parte de su actitud ante la vida. Como muchos jóvenes de su generación, Paula González intenta salir adelante como freelance. Su interés por la fotografía como arte en evolución es evidente y trata de buscar ese lenguaje personal que la defina como artista en ciernes, estimulado por una aparente ingenuidad de ver las cosas.
"Aparente" porque, detrás de sus fotos, comienza a existir ese lenguaje abigarrado de Diane Arbus, una necesidad de retratar la superficie de los perfiles y los rostros para que el espectador analice otras identidades en los sujetos, más profundas e inciertas.
- El mero hecho de hablar ahora mismo de tu implicación con la Fotografía es hablar de unos orígenes.¿Cuándo se tiene conciencia de que un hobby o un mero entretenimiento puede llegar a ser una forma de ganarse la vida?
- Desde que era muy pequeña me apasiona la fotografía. El hecho de inmortalizar un momento a través de una imagen me parecía fascinante, llegó a entrarme bastante curiosidad, por lo que decidí comprarme una cámara réflex y comenzar a experimentar fotografiando todo aquello que me rodease. Tras pasar diversos años dudando sobre qué estudiar y a qué me gustaría dedicarme realmente, me decanté por la fotografía, que hasta ese momento era un simple hobby. Pero se ha convertido en mi trabajo y en mi vida. Además, me ayuda a evadirme de mis problemas, es mi propio mundo y me siento feliz con ello.
- ¿En qué consiste el trabajo de un fotógrafo freelance? De hecho, hay blogs, páginas webs, chats y grupos de Facebook donde son cada vez más frecuentes estos profesionales.
Un freelance es una persona que trabaja por su cuenta, por lo que ha de tener una gran cantidad de contactos, buscarse sus propios trabajos y sobre todo estar muy al tanto de las redes sociales, pues son las que hacen que te des más a conocer, sobre todo cuando eres fotógrafo/a, ya que la gente ve tus fotos y te promocionas de esa forma.
- Veo en muchas de tus fotografías una obsesión por el retrato. ¿Tiene alguna justificación o simplemente es una forma de investigar en las posibilidades de tu creación?
- Cuando comencé a estudiar fotografía no tenía muy claro cuál era mi género, es decir, si me gustaba el paisaje, el fotoperiodismo, el retrato, etc. Sin embargo, tras realizar una gran cantidad de fotografías, supe que lo que realmente me gusta es retratar personas y reflejar su alma a través de la imagen. Me entusiasman las diferentes maneras que existen de sacar expresiones a las personas mediante una cámara de fotos. Además, mi sueño es trabajar como fotógrafa de moda, para revistas como Vogue, Vanity Fair, etc, ya que me encantan las poses de las modelos, el maquillaje, el vestuario y todo el atrezo necesario para hacer fotos de ese tipo. No es nada fácil, pero los resultados de las fotografías de moda son increíbles.
- ¿Qué opinas de aquellos puristas que se niegan a aceptar como fotografía los montajes o los collages con diversos materiales?
- Cualquier fotografía hoy en día lleva algún retoque, por mínimo que sea y , por eso, no estoy de acuerdo con el hecho de descartar los montajes o los collages como fotografía, pues las imágenes nos llevan a mundos desconocidos, fantasiosos, a lugares que no podemos ver con nuestros ojos en vivo y en directo.
-¿Qué dificultades encuentra una emprendedora como tú a la hora de lanzarse a un mundo tan competitivo como este?
La verdad es que me encuentro con muchas dificultades, principalmente porque estoy empezando y apenas soy conocida, por lo que tengo que hacer muchas sesiones gratis o excesivamente baratas para poder promocionarme.
Además, como hoy en día todo el mundo tiene un móvil, puede hacer fotos y la gente piensa que ser fotógrafo es apretar el botón de la cámara y ya está, cuando realmente lleva un gran proceso. Tienes que promocionarte mucho en las redes sociales, Facebook, Instagram, etc, para conseguir que vean tu trabajo y te contraten; tener muchísimos contactos y buscar clientes que queden satisfechos y corran la voz de que existes. Luego está el momento de hacer la foto, tienes que estudiar la luz, tanto si es en exterior como en interior, así como el escenario y las diversas poses, hacer que el /la modelo esté cómodo/a, para sacar su alma en la imagen. Después llega el momento de edición, depende de lo que se quiera hacer llevará más o menos tiempo y finalmente la entrega de las fotografías.
Poca gente sabe todo el trabajo que hay detrás de una fotografía y sinceramente, me gustaría que se valorase más.
- Hablar de un trabajo con proyección estética es también hablar de sus influencias. ¿Qué artistas te inspiran?
- Dado que me gusta la fotografía de moda me inspiro en Mario Testino, por su manera de trabajar, tiene en cuenta hasta el último detalle en cada una de sus fotografías y busca escenarios únicos.
Otro fotógrafo que me entusiasma es Guy Bourdin, ya que sus imágenes están llenas de color y por mucho que pasen los años no pasan de moda, en ellas inyectó locura, perturbación y ansiedad, algo innovador en el siglo XX.
Quiero añadir también a Annie Leibovitz, ya que crea mundos de fantasía con sus fotografías, creando escenas que resultan atractivas y agradables para el espectador.
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