Sorbías el café y después seguías hablándome sobre las esporas y las algas marinas. Las gaviotas jamás serían bienvenidas y los borrachos que se hacinaban en la barra soñaban con los leones de Hemingway. Sorbías el café para perder la vocación de amar lo extraño, de olvidar que tu hermana tenía mejores pechos que los tuyos y, sin embargo, las gaviotas jamás serían bienvenidas.
jueves, 30 de julio de 2015
miércoles, 29 de julio de 2015
Los camaleones de Christy Mack
Los camaleones flotaban despacio con la
música de Bramhs. Cerca de Las chicas de Roxy, borrachos y filósofos se
rompían la cara por un sutil silogismo. Chisty Mack envolvía sus
juguetes de látex, resonancias explícitas de Príapo entre sus suaves
manos, a la par que escuchaba los pasos intrigantes del asesino de la
cuchara.
No recordaba que un tipo así comulgara
con la calaña de Los Soprano, pero la realidad siempre supera la
ficción. Sin darle demasiada importancia al peligro inminente, sorbió el
aire, terminó su trabajo y se lavó con fruición, pensando en las
escamas de sal que habían adornado el exquisito plato de arenque.
El asesino cruzó el umbral y Cristy
Mack, reposando el alimento sobre el colchón de espuma, abrió su boca y
aquella preciosa circunferencia sobre la piel pálida atrajo, como un
agujero negro inagotable, toda la materia que por alrededor residía; los
camaleones y su terrario, la esplendente música de Brahms, el sutil
silogismo y el asesino de la cuchara al que el médico le recetaba Prozac
para resistir los envites de su infancia.
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Luego,
tras dejar que el placer la embargara con un endeble sueño de insecto,
alzó su figura y clavó su tacón de aguja sobre la alfombra de piel
humana. El crepúsculo aún era demasiado hermoso para arrasarla.
martes, 28 de julio de 2015
Rescatando unos versos de Edgar Allan Poe
Nuestras manos intentan recoger los frutos de aquellos días, pero la
tierra ya es estéril y hemos preferido aguardar en lo alto de la colina.
Aún no ha sido destruida Dresde. Regresarán nuestros ausentes y nos
llamarán por nuestro verdadero nombre. La soga siempre pende del árbol y
la escritura es insuficiente para reclamar la salvación que no
merecemos.
Cuando los muertos regresen al tercer día, los vivos, con el fuego
encendido, creeremos que esas figuras forman parte de una alucinación
tan peligrosa como la propia realidad y de nada nos habrá servido ser
testigos de los hacinamientos.
Los rostros, untados de sangre, mostrarán su incredulidad y el pájaro
no será el ave que se cruza al final de las franjas. Versos de Poe
recuerdan la misma inquietud ante la sima: "Hundí la vista en aquella
oscuridad y estuve un rato allí inquiriendo, temiendo, dudando, soñando
sueños no mortales que antes nunca osé soñar; pero no se rompió el
silencio ni dio señales la quietud, y la única palabra allí dicha fue la
palabra "¿Lenora?" musitada, eso musité, y un eco murmuró en respuesta
la palabra "¡Lenora!, simplemente eso y nada más".
Escribiendo a través de Lisa Ann: cuando la noche agoniza sobre las partidas
Los que me conocieron alguna vez, jamás regresarán a este punto de la
partida, Lisa. Una mujer de rojo se desviste bajo el sonoro cielo de
Atlantic City y no eres tú. Derramamos nuestras intervenciones sobre la
mesa y las fichas caen una tras otra porque, antes de que los hombres
ciervo crucen el umbral, estaremos todos muertos. Comienza a silbar,
Lisa, tras los cristales del taxi y emergerá cada uno de esos
masturbadores que compraba tus cintas a mitad de precio mientras sus
madres se tapaban los ojos.
No has preparado pancakes para nuestra ceremonia, ni has dejado una
patética nota antes de perderte en la nieve de las cloacas. Una vez
compré un cocodrilo para que lo domesticaras y los bolsos de piel
salieron por la puerta del motel junto a los paquetes de Zara.
Derramamos nuestras intervenciones sobre la mesa y las fichas caen una
tras otra, porque he aprendido a morir despacio, admirando el volumen de
tus formas, de tu sombra sobre la mesa de las jeringas y los trapos
ensangrentados. La silicona ha invadido mi frente y mis pensamientos,
gomosos y modernos, agitan esas fantasías donde tú penetras los objetos y
a los minotauros, esperando eternamente a que nieve el polvo rojo.
Lisa Ann |
Plutarco y un fragmento de Lionel Shriver
Breves intereses por la escritura
La mirada conduce al espejismo. Nada de lo que he escrito está tan vivo como aquello que he adiestrado con las manos. La escritura no es la realidad, pues refleja todo lo que se nos muestra a través de fragmentos que lentamente se disipan una vez que entretenemos nuestro tiempo. Plutarco escribe que nuestra alma es por naturaleza curiosa y ávida, pero hay quienes abusan de este instinto. Los escritores se convierten así en esa clase de ser indeseable y feroz que abusa de ese instinto, puesto que parece necesario transformar aquello que per se es un espectáculo.
La palabra es una muestra feroz y despreciable de romper con una
realidad que por inclinación natural es hermosa y violenta. Al releer
unos fragmentos de Lionel Shriver no dejo de reparar en esta evidencia:
"Se tomó un minuto para examinar a los otros clientes que aporreaban el
teclado del portátil junto a un capuchino ya algo desinflado, y no
reconoció a su regalo de San Valentín hasta que la vio asomar por el
body rojo que la chica le había descrito por teléfono". No hay nada
benigno en cambiar el curso de los acontecimientos, pero tambiénla
escritura es la manera de soportar que todo lo que vive y muere más
allá del hombre podrá con nosotros.
martes, 21 de julio de 2015
Luis Mateo Díez y su fragmento
Fundido en la materia, en las quietas aguas por las que deambulo. La claridad es el motivo de todos los engaños. Nada es recordable, salvo si se escribe. La lucha verdadera, el encontronazo siempre inédito contra todo lo que perdimos antes de nacer, antes de morir. Respirar porque leo un fragmento de Luis Mateo Díez: "Al fin es la fotografía el auténtico compromiso creativo en la vida de Sonia, y a la que dedica el mayor tiempo o, al menos, el tiempo de más decidida voluntad, un trabajo intenso y la notable indignación que apoya y justifica ese trabajo".
martes, 14 de julio de 2015
Sagradas brasas
Queda la máscara, la máscara del atentado. Nunca muere la serpiente de las siete cabezas, pero los hijos fueron degollados antes de que el viento cambiara de dirección. Me has cogido de la mano y el dolor era inexistente. Las olas atrapan a los últimos hombres que desembarcaron lejos de los proyectiles. No cierres los ojos, contempla qué desgracia nos aguarda si permanecemos ante las brasas sagradas.
Leer sobre las aguas
Extraviada luz y el solo reflejo en la poza del camino largo. Lentamente la materia se destruye para no germinar nunca, para ascender a la oscuridad que devora los enigmas escritos en la arena incluso. Extraviada luz y nómadas que descifran al enemigo invisible curvando la espalda sin otro fin que leer sobre las aguas.
domingo, 12 de julio de 2015
Extraviados camaleones
No has estado cerca de los nidos. Se habían extraviado los camaleones y la corriente de fuego no había aparecido en el último verso del poema. Toda la gente cantaba jubilosa ante la avenida de los mancos serafines . Todos los boques parecían eternos y ella, bajo la tutela del maestro, modelaba los cuervos de barro antes de beber el lúpulo.
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